Mal praxis
Pálida y delgada piel, agitas despiadada mi trémulo sistema limbico.
He visto tu inmensidad, y ahora sé, no puedo vivir de ella lejos; ¿dónde es que te has escondido?
Eres humareda blanca que se eleva en línea recta, o una hoja seca, que desciende involuntaria en una noche de otoño.
Y yo, yo soy roca liza en el fondo del río, pertenezco a un distinto orden, a otro universo. Y sin embargo reconozco tus suaves siluetas a través de mi ventanal líquido.
Yaces famélica y distante.
Con un sólo movimiento, de tu cuerpo, desordenas mis constelaciones neuronales.
He soñado que rozas los bordes de mi líquida prisión, y diminutas mensajeras gritan al unísono ¡iluso!
A penas escucho un distante murmullo, al ahogarme en envidia y recelo.
Y tu, me resumes en un gesto, mientras frunces despiadada el ceño.