Minimus
¿Cuántas veces sostuviste mi mano sin recato?
Espíritu sempiterno blanco, de raíces profundas e interminables
¿Cuántas veces reclinaste tu espirito sobre el mío? mi mortal prisión derribaste ladrillo a ladrillo
¿Cuántas veces tiraste fuerte de mí para sacarme del abismo?
¿Me recuerdas? Soy navegante náufrago en tu puerto
De todos el menor, el más pequeño
Tu humilde siervo eterno…
Todos los caminos llevan mis labios a tu templo
El caos y fiero fuego consumen mi carne
¿Hasta cuando, hasta cuando?
Solo he de presumir mis debilidades
Ya no hay brazas o flama, sólo ceniza humeante
Y tú, estiras tu brazo para del hoyo sacarme
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