sábado, 22 de agosto de 2015

Cada vez que te marchas

     Cada vez que te marchas, te llevas entre tus labios mi vida, mi aliento, mis sueños y suspiros, el color de las rosas y el aroma de mi café matutino. Y yo me quedo incompleto, vacío, apenas siento el roce de tus manos y vuelven mis latidos, vuelven al cuerpo, como vuelve la marea en las mañanas. 
      Cada vez que te marchas, sostengo tus dedos entre los mios y luego te respiro. Te has convertido en mis cielos estrellados, y tus ojos son ese puente cristalino entre tu alma y la mía, eres mi definición de vida, esa que no intento comprender si no que me aferro a ella con todo mi ser. 
      Cada vez que te marchas, extirpas con bisturí mis palabras, mis cielos y mis mañanas, todo eso que me habita, y me quedo incompleto, vacío, el reloj se vuelve mi verdugo insaciable, y yo me vuelvo sombra, me vuelvo viento. 

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